Hemos sido llamadas a formar parte de la familia de Dios, sintiéndonos hermanas vivimos centradas en la oración personal y comunitaria en fraternidad.
Nuestra manera de estar en el mundo llega mucho más allá de nuestros conventos porque el “tesoro” que hemos descubierto lo compartimos desde la universalidad de nuestra vocación contemplativa.
Te invitamos a conocer esta “Forma de Vida”.
En esta sociedad secularizada nos sentimos llamadas a vivir, serena y decididamente, la experiencia de Dios, Padre de Jesús y Padre nuestro, con una fe sencilla arraigada en la plegaria para “tener el corazón y la mente fijas siempre en Dios”.
Nuestra vocación cristiana nos coloca ante una de las realidades que configuran la vocación del mismo Jesús que oraba a su Padre desde la soledad y el silencio, desde la tribulación personal y las necesidades de las personas y la creación.
¿Cuáles son los valores centrales en los que las hermanas clarisas hemos de formarnos? ¿Cuál es el ideal o la utopía hacia la cual hemos de mirar y que puede hacer crecer, en nosotras, una mujer evangélica en la línea clariana de la espiritualidad franciscana?
La propuesta es necesariamente fragmentaria y tal vez parcial, pero la mirada se centra en nuestra vida consagrada desde la experiencia de Clara de Asís, desde el ser de hermana y madre, desde la esencia como amiga y acompañante, desde su ser franciscano como mujer.
Ella nunca quiso apartarse de las “enseñanzas y el camino que nuestro bienaventurado padre Francisco le enseñó”.
“… después de la hora de Tercia, las hermanas se ocupen en un trabajo de utilidad común” (Santa Clara)
Para nosotras, hijas de Clara de Asís, el trabajo es un DON del Señor que eleva el espíritu y nos hace compartir la condición de trabajadoras como cualquier persona.
Los cambios económicos, consecuencia de la crisis, que vivimos hace años, nos llevó a buscar una forma diferente de mantener nuestras necesidades materiales. E la actualidad nos dedicamos a la fabricación del pan eucarístico. Podéis adquirirlo en el Centro de Pastoral Liturgica de Barcelona.
En este espacio web, nos hace mucha ilusión presentaros los escritos de nuestra madre y fundadora Clara de Asís, la humilde «plantita de Francisco», como a ella le gustaba llamarse. Se ha dicho que Clara ha sido la mejor intérprete de los ideales de Francisco. Es la «hermana Luna» que recibe toda la luz y el calor del «hermano Sol».
Esta traducción ha sido tomada de los “Escritos de Clara y Francisco” preparada por José Antonio Guerra, ofm.
Los analistas de la historia de la Iglesia reconocen que san Francesc de Asís (1182-1226) es una figura de proyección universal. Pocos personajes de la Edad Media disfrutan como Francisco de una información escrita contemporánea tan abundante. Algo semejante podemos afirmar de santa Clara de Asís, fiel seguidora de los ideales evangélicos del Pobrecillo.
Poco a poco colocaremos los textos de estos escritos. Pa z y bien para todos y todas vosotras.