Rezamos por ti

Él se hace camino, nuestro camino, si dejamos que nos acompañe.

ORAR ES AMAR!

Como hermanas clarisas, herederas del patrimonio espiritual de Clara y Francisco de Asís, nuestra “oración” es una roca donde se puede recolzar la Iglesia y toda la comunidad humana. Clara nos encomendó a las hermanas que seamos “sostenedoras de los miembros más débiles del Cuerpo Místico de Cristo”.

LA PLEGARIA NO ES NADA MÁS QUE UNA MANERA DE AMAR, DE VIVIR, DE ESTAR EN EL MUNDO Y PARA EL MUNDO.

Esta misión la cumplimos porque entre toda la creación existe una interconexión misteriosa y divina a la vea. Cuando en la oración abrimos nuestra persona en su totalidad a Dios, colaboramos a recrear y revivir la conciencia colectiva de su presencia en nuestro mundo.

Una de las dimensiones de nuestra misión orante es alimentar y mantener, en la medida de lo posible, una verdadera unión en solidaridad con todos los pueblos y con todos sus habitantes.

Una segunda dimensión de esta misión contemplativa es reflejar los valores evangélicos de fraternidad, solidaridad, servicio… para que se manifiesten, en todas sus dimensiones, a la persona de hoy.

De aquí que en nuestra formación espiritual exista una prioridad fundamental: descubrir y profundizar, vital y personalmente, la oración contemplativa. Siendo necesario un tiempo de soledad, unos espacios para la oración y la reflexión personal, porque será la riqueza espiritual de cada hermana la que enriquezca nuestra oración comunitaria.

Como  hijas de Francisco y Clara de Asís, hemos descubierto que Dios nos llama a vivir en profunda comunión con toda la creación y eso nos exige una forma de vida en simplicidad y respeto a la madre tierra porque es ella la “nos nutre y alimenta”.

ANTE LOS OJOS DE DIOS NO HAY NECESIDAD INSIGNIFICANTE O DESPROPORCIONADA.

PUEDES CONFIARNOS TUS INQUIETUDES… Y LAS CONVERTIREMOS EN PLEGARIA.